En el film de Berlanga “Bienvenido Míster Marshall”, Don Pablo, el alcalde de Villar
del Rio -magistral Pepe Isbert-, después del paso de la “caravana de la abundancia” sin
parar en el pueblo, se dirigió a sus vecinos para decirles “que yo, como alcalde vuestro
que soy os debo una explicación…”.
Pues a los españoles, como los vecinos del pueblo castellano, nos deben explicaciones
sobre decisiones de asuntos de Estado que nos afectan a todos y la más urgente es
aclarar los términos del acuerdo entre Esquerra Republicana (ERC) y el Partido
Socialista sobre la financiación singular de Cataluña.
El silencio del presidente es obsceno y las explicaciones de la señora Montero, lejos de
aclarar ese acuerdo, son un insulto y una falta de respeto a los españoles. Después de
permanecer meses callada mientras los independentistas de ER “promocionaban” el
acuerdo, reapareció en el Senado para dejar muestras de una indigencia argumental al
estilo Groucho Marx: “Usted puede utilizar nominalistamente (¡!) las expresiones que
quiera, pero lo que dice el acuerdo es lo que dice y lo que no dice el acuerdo, como
usted decía, es lo que no dice”. Afirmar en Andalucía que “vamos a hacer compatible
que Cataluña puede tener una financiación singular como la pueden tener otros si
quieren tenerla”, es una falacia.
Por eso, diga lo que diga la ministra, “la propuesta de una financiación singular para
Cataluña bajo el nombre de cupo, concierto o cualquier otra denominación es una
amenaza directa a la cohesión territorial y social de España…, es una irresponsabilidad
política que pone en riesgo el principio de solidaridad que debería regir el sistema fiscal
español”, dice José Luis Gómez, uno de los analistas económicos mejor informados de
Galicia. “Si Cataluña no aporta al Estado se verán afectadas la financiación de las
autonomías y otras políticas, entre ellas las pensiones… Romper la caja única no es de
izquierdas ni de derechas, es una voladura de la estructura del Estado, léase también del
Estado de bienestar”, concluye Gómez.
Para José I. Torreblanca una sociedad se sostiene sobre tres contratos: el
intergeneracional que es la transferencia de renta entre generaciones; el interclasista, el
trasvase de renta desde las clases más favorecidas a las menos pudientes; y el contrato
interterritorial que corrige las diferencias entre territorios… transfiriendo renta de las
regiones más ricas a las más pobres. “Sin cohesión territorial es imposible mantener la
estabilidad y unidad del país”, sostiene.
Por eso, quebrar la igualdad entre los españoles y la solidaridad entre territorios, además
de no tener encaje constitucional, no es progresista ni socialista. Es el tributo que exigió
ERC para dar el poder al cabeza de lista de los socialistas catalanes y para mantener al
presidente Sánchez en la Moncloa. Así de sencillo.
“12 de octubre-Día de la Hispanidad. España, sangre y arena”. Alberto Barciela
España tuvo la suerte de Velázquez, de Zurbarán, de Murillo, de Goya, de Picasso. Es un país de pintacristos geniales y toreros rijosos, de meninas y curas falderos, donjuanes y celestinas, y también de ambiciones contables. Cálida tierra de poetas, como Bécquer, los...