Ayer imaginativos, hoy seres pasivos.
Ayer construĆamos, hoy nos construyen.
Ayer soƱƔbamos, imaginƔbamos, hoy dejamos hacer.
En mi juventud de un simple aro de bici jugĆ”bamos y si tenĆamos un manubrio como muestra la foto hacĆamos virguerĆas, carreras o hacĆamos bailar el aro.
En los caminos de tierra un pequeƱo hoyo, y con bolas de barro ya jugƔbamos otras bolas similares es el fruto de cierto roble, mas tarde eran de cristal.
Un caƱaveral, una simple caƱa la pelƔbamos, dejƔbamos solo las hojas finales que eran el rabo del caballo, y ala a correr.
Dos corchos circulares de un aparejo, entre ellos un tozo de rama, devastado en el centro ahĆ una caƱa con corte en V y ya era un carro.
Un trozo de rama de dos cuartas, en un extremo un poquito plano, otro trozo de rama, mƔs delgadito, de una cuarta con los extremos afilados y el juego se llamaba billa.
Ćramos imaginativos, soƱadores, construĆamos.
El que no estudiaba trabajaba, se empleaba en un taller o similares para aprender un oficio, y cuando ya recibĆas un sueldo se entregaba en casa.
Hoy ĀæquĆ© padre o madre recibe un ā¬ de los hijos?
Me da pena hoy ver a un niƱo observar su cochito automĆ”tico sea policĆa o bombero, donde el coche automĆ”ticamente enciende las luces, toca la bocina, choca y regresa el niƱo es un mero observador.
Todas las semanas Ćbamos a la tienda comprar los tebeos del capitĆ”n trueno o el jabato o hazaƱas bĆ©licas, luego los cambiĆ”bamos, pero todas las semanas leĆamos con gusto placentero.
Ćbamos al monte jugar a policĆas y ladrones, o indios y vaqueros, al escondite.
Una chica, te saltaba el corazĆ³n, sea cine o en la farola sin bombilla, y si tenĆa bombilla, con el tiratacos o tira chinas dejaba de funcionar, la oscuridad de la noche era una amistad, le cogĆas la mano, era tal el avance que lo comentabas, me dejo tocarla con que ilusiĆ³n que grata felicidad, tu esfuerzo daba fruto, el primer beso, ah amigo mĆo, el primer beso placer de dioses.
Y asĆ era la vida, asĆ la historia los que vivimos la dĆ©cada de los sesenta.
Āæinocentes? Sanos, creativos, la necesidad agudiza el ingenio, y esos niƱos del ayer somos los abuelos del hoy.
Āæalgo que decir? Āæalgo que objetar? Somos los abuelos que vemos el presente y no queremos imaginar el futuro.
Somos los abuelos que llevamos los nietos al parque , antes nosotros construĆamos el parque allĆ donde fuĆ©semos tres o cuatro.