Entre 250 millones, solo tú fuiste el campeón, el mas rápido, el mas audaz, tardaste un día en llegar a la meta, recorriste una oscura autopista sin señales, sin luz, así a lo valiente alcanzaste la meta y tuviste buena puntería para fecundar un ovulo de 0,14 milímetros.
El tiempo transcurre, entre lágrimas, dudas, desconcierto, entre alegría y dolor, lo incierto predomina.
En la semana 20 ya se sabe, se puede apreciar si eres niño o niña.
Hay quien opina que es una barbaridad traer vida a este valle de lágrimas, hay quien creará un cielo para tenerte y estará agradecido.
Madre soltera, o no soltera, vienes a este mundo de forma inoportuna, a cambiar o destrozar una vida, cada situación es diferente, y no opinable, desde mi punto de vista, ese evento no pasa en mí, ese dolor no es mío, solo guardo respeto.
Al medio año, dice que el primer día de la primavera, has puesto las cuatro estaciones de Vivaldi.
Hay quien dice eres dueña de tu cuerpo puedes hacer lo que consideres oportuno.
Él dice, no, yo soy yo, con vida propia e independiente, habito dentro de ti, tú eres mi hogar, pero yo soy vida independiente, escucho tu corazón, y cuando no lo escuchaba, seguía siendo independiente, al mes y medio ya tenía cerebro.
Todo lo que le hagas a tu cuerpo me afecta a mí, si bebes, si fumas, si eres feliz o desgraciada, todo ello me afecta, soy una vida propia que habita en ti, pero no te pertenezco.
“Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen…
Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos.”
Khalil Gibran.
Pasaron los años, mucho dolor, mucho sufrimiento, desprecio, solo lo sabe quién lo vive.
Hoy anciana, esa mujer un día repudiada, hoy es una reina en un feliz hogar, su hijo agradecido la colma de bendiciones, le preguntas cual es la palabra que mas feliz te hace, o cuales son las palabra más bella del mundo.
Cuando mis dos nietas me llaman abuelita.
Y cual es el día más feliz.
El día que mi hijo me trajo una hija, que no nuera.
La vida, la historia ha escrito mucho en su rostro.
Yo no me sumo a caballo ganador, no sigo la moda, ni temo, ni combato a los que tiran piedras a los aviones.
Compartas o no mis sentimiento, espero tan solo comprensión.