Cierto día un residente y yo nos trasladamos a la capital del imperio, es decir Madrid.

Un placentero viaje en tren
Al acercarnos a Castilla un hermoso manto de oro embellecía el paisaje, es decir campos de trigo, que tocaban el cielo, hermoso paisaje.
Mas allá, me viene a la memora García Lorca, con su Verdes campos
Unas ovejas pastaban alegremente, no sé cuántas.
Le pregunto a mi sujeto no elíptico, ¿Cuántas ovejas hay en el campo?
Me dice, 40 ovejas, a la velocidad del tren quedo extrañado y le pregunto cómo lo sabes.
Me dice, conté 160 patas, divido por cuatro que son la patas de una oveja y me da 40.
Yo le respondo mas menos se tu profesión, eres o político o director de una institución del estado.
No hubo fallo, acierto total, es que no tenía duda, la experiencia es una buena maestra.
Y observando la realidad política de hoy, es que no había posibilidad de error.
Aprovecho la oportunidad para decir, que no se está negociando la paz en Ucrania, se está negociando su rendición.