Hoy va de consejeros.
Si, de asesores o consejeros, al otro lado del Atlántico, consigliere.
¿Quién es el mejor asesor?, pues el mejor asesor es ese que es desconocido, que no sale en los medios, que no le hemos visto y cuando aparece, estas dos líneas detrás del jefe.
El asesor que piensa que tiene al jefe en un puño y empieza ejercer su poder como si el fuese el todo poderoso, esta equivocado, muy equivocado sobre todo si su jefe en un “Saturno”, mírese la lista de cadáveres que va dejando a su paso, o los que están fenecidos bajos los cipreses o cedros, entiéndase todo ello en sentido figurado, este Saturno, tal vez sea el segundo mentiroso más grande de la historia, disfruta de las mentiras matutinas y vespertinas el mayor se lleva el premio , el barón de Munchausen
Saturno de noche, Pinocho de día, y sin animo de incordio, a los datos me remito, no hay figura geométrica que se le resista, ni cuadrado ni redondo.
La caída en 24 horas fue de otro asesor, que era vengativo asesoraba a su candidata, pero no con un somero análisis, no con matemáticas, o con un sistema sociológico, no, era vengativo y a través de ella quería ejecutar su venganza personal, lo cual indica que es mal consejero y como persona deja bastante que desear.
No hay peores enemigos que los que fueron amigos, así que sale una grabación privada donde este mal consejeros se explaya en decir que quiere bajo cualquier forma acabar con el adversario, confunde a los adversarios con los enemigos craso error.
Hoy la candidata tras la llamada de Génova, acepta entrar en diálogos.
Para finalizar quiero acabar con la anécdota de los amigos-as del Doctor en Ciencias Físicas, “Chúpame la minga, Dominga, que vengo de Francia. Chúpame la minga, Dominga, que tiene sustancia” hoy fuera de las listas electorales.
Dime con quien andas, te diré quién eres.
Son como niños, pero estos tienen venenosa malicia.
Foto-En Moncloa Iván Redondo asesor en el momento del Prt Sánchez, llama a mi compañero de aulas- USC políticas,- el amigo Fran, a visitar Moncloa, días mas tarde Sánchez, sin previo aviso deja caer al todo poderoso Redondo