Algo estamos haciendo mal. Me encuentro con un joven pidiendo
una moneda en la ciudad. Era para poder comerse un bocadillo
para cenar y pasar la noche en un hospedaje. Con un poco de
suerte conseguirá el dinero suficiente, de lo contrario pasará la
noche en el cajero de la entidad financiera, como casi todas las
noches.
Este joven no toma drogas, no roba ni es delincuente. No percibe
la Risga, ni la Rai, ni el IMV, ni ninguna otra prestación o ayuda
económica. Quiere trabajo y realiza una búsqueda activa de empleo pero nadie lo llama para contratarlo, ni empresa privada ni entidad pública. Por si fuese poca la desgracia, su familia no le quiere prestar ayuda alguna. Le pregunto por irse a dormir a algún albergue de la ciudad y me contesta que no le permiten estar más de siete días y en la cocina económica le cobran un euro, que a veces ni tiene en sus bolsillos.
Qué nos está pasando que no somos capaces de defender ni de proteger los Derechos Fundamentales de las personas?. Es evidente que las personas tendrían que ser las primeras beneficiarias de cualquier toma de decisiones o de las líneas básicas de toda acción política de nuestros gobernantes. Las personas con derechos debería ser algo normal y básico en cualquier país de nuestro planeta, no solo legalmente sino también en la realidad para dar cumplimiento a la Declaración Universal de Derechos Humanos.
“La hemeroteca y la realidad”. José Castro López
Circula por la red una intervención del presidente del Gobierno en el Parlamento quedebió producirse cuando intentaba acordar la formación de Gobierno con Ciudadanos -las cámaras captaron a Rivera y Girauta en actitud de aprobación a su discurso-, del quereproduzco...