
Me pregunto yo, que estará pensando o no pensado este padre con su hijo disfrutando en las aguas de Irán, o adyacentes, viendo a su esposa soportando el dolor de la impotencia.
Acaso si su esposa estuviera con ellos, en el agua su niño no disfrutaría más, no disfrutaría más él mismo, y sobre todo la madre no expresaría más emoción al compartir la dicha de estar los tres juntos, como era habitual antaño.
Expongo una fotografía del tiempo en que la abuela del padre, y de la señora sufridora, eran libre de toma el sol en la playa, y ver la tortura y el desprecio humano a día de hoy.
Hoy tenemos la triste ventaja que podemos vivir en el mundo del futuro y a la vez vivir la prehistoria en tiempo real.
Me pregunto yo que clase de sentimiento puede anidar en ese corazón humano.