Quiero dialogar contigo.
Este tú, es un tú plural.
Sé qué hace mucho, mucho tiempo no disfrutas de olor a tierra labrada recién mojada por la llovizna, ese aroma tan suyo, tan característico.
Sé qué hace tiempo no caminas por la hierba fresca con los pies desnudos, yo lo hice por ti, y lo hice con el alma desnuda.
La mesa de tu salón, que llenas en Navidad, contiene 6 o 12 sillas,
Y yo me pregunto ¿Por qué el corazón no puede tener la misma capacidad?
Muchas veces uno está solo en la multitud, abandonado a la venta de egos huecos, y sentirse acompañado a cientos o miles de kilómetros.
¿Te paso?
Muchas veces en nuestra soledad escogida, nos sentimos acompañados de aquellas personas, con las que somos capaces de hablar en silencio, que belleza, que felicidad del alma cuando hablamos sin emitir sonidos, solo la mirada.
La belleza está en los ojos del que mira.
Recuerdo cierto día, a él se le caía el mundo, un gran problema se le venía encima y no era su responsabilidad, pero los padres y las madres muchas veces, ¡Siempre! Somos como el palo mayor de un bergantín, que soporta todas las velas, sin ser nuestra responsabilidad.
Allí estuvieron los dos cuatro horas en silencio, sufriendo un dolor compartido por una causa ausente.
Ciertamente, a veces la amistad no es reciproca en la misma intensidad, pero la vida es así, y así hay que asumirla.
Las almas nobles, disfrutan, viven más y mejor la felicidad entregada que la recibida, y de eso saben mucho las madres, o las sufridas esposas.
Recuerdo aquella amiga en su casita de huerta florida, cuando me sorprendió” No hay mayor y dolorosa soledad, que la soledad en compañía”.
Pero hoy no estamos solos estamos dialogando, porque yo leo con enorme deseo y gratitud, es más, escucho tus palabras, tengo la humilde virtud, que puedo traducir tus palabras escritas en sonido, escuchar tu voz, interpretar cada coma, y ver tu (plural), sonrisa.
Con tu permiso me tome la libertad, de tomarte de la mano y caminar, con el recuerdo de Palito Ortega.
Por favor, no pisen las flores
Por favor, no las pisen más
Por favor, no pisen las flores
Tengo ganas de llorar
Tengo ganas de llorar
Los que ríen son los menos
Los que lloran son los más
Una niña va llorando
No la miran al pasar
Pobre niña enamorada
Todo es frío en la ciudad
Por favor, no pisen las flores
Por favor, no las pisen más