
Esa manera de lucha en la que tu cuerpo, va a ser víctima de las injusticas de una dictadura, no es forma, no puedes perder tu vida, tu vida es muy necesaria, en el cementerio no haces lucha.
Aunque a decir verdad hay personas que son como abejas que polinizan pensamientos, se lucha para vencer, para conquistar, no para morir.
Sois como faros a los navegantes, y como navegar sin faro.
Ella murió así, Ebru Timtik, de hambre e injusticia. Su corazón se detuvo simplemente porque no tenía nada más que bombear en un cuerpo marcado por inedia.
Murió defendiendo su derecho a un debido proceso, tras ser condenada a 13 años, junto a otros 18 abogados como ella, detenidos bajo cargos de terrorismo, solo por defender a otras personas acusadas del mismo crimen.
Murió como Ibrahim y Helin y Mustafa de Grup Yorum, quienes murieron después de 300 días de ayuno para luchar contra la misma acusación.
Murió luchando con su cuerpo, hasta las consecuencias extremas, una batalla que en la Turquía de Erdogan ya no es posible luchar con una palabra, un voto, una manifestación en la plaza.
Murió como lo hacen los héroes, sacrificando su vida por los derechos de todos.
Pero yo no quiero tu muerte, ello no es eficaz, las personas como tú, que sois semilla de libertad, necesitáis, estar aquí en la lucha, no en los cementerios.
Sois semejantes a esas abejas polinizadoras, esparciendo libertad y justicia en tierras lejanas, podrán matar vuestro cuerpo, pero las ideas, ¿Cómo matar las ideas? ¿Dónde habitan las ideas?.
Hoy un día más para recordar a esas mujeres y hombres, que son estrellitas en el cielo
A la memoria de Ebru Timtik,, siempre presente