
Se toma esta fecha en recordación al 8 de marzo de 1857, cuando 129 obreras textiles de la fábrica Cotton de Nueva York fallecen en un incendio mientras se manifestaban en contra de la extensa jornada laboral, los bajos salarios, las precarias condiciones de trabajo y las diferencias que sufrían en comparación a los hombres.
Ahora bien en este día cada uno recuerda a la mujer o mujeres que uno quiere recordar por alguna razón personal.
Personalmente en primer lugar mi madre, mi esposa y mi hija, quienes forman partes de mi vida. Mi madre me dio la vida, mi esposa me hizo padre, y mi hija es la consecuencia del amor
Pero hoy también quiero recordar a mujeres que forman en cierta manera parte de mi vida social o política, mujeres a las que admiro y que han ayudado a construir mi personalidad, No olvidare a Rosalía de Castro poetisa, que tanto me enseño, otra poetisa esta portuguesa, Florbela Espanca, cuyo primer conocimiento fue un libro en Newark, New Jersey, USA, a la periodista Oriana Fallaci, quien en mis primeros años de juventud, fue un referente, a la periodista rusa Anna Politkóvskaya, asesinad por orden de V Putin .
A Mari Trini, que tuve el gusto de conocer y mantener unos hermosos diálogos, sigue viva en la palabra de su canciones,
A las actrices francesas, Anouk Aimée, que puede hacer hablar los silencios, o Annie Girardot, que te invita a soñar, pisando la tierra.
A todas las mujeres que he besado, de ninguna he perdido el aroma, a quienes no bese pero tengo en el recuerdo, por sus aportaciones, su valía, y que me ayudan a crecer.
Puede que la orquídea deje de florecer, pero no en las memorias de mis recuerdos. Ellas están presentes.