Cuando hay un mañana, no habrá muerte
Por mal que sean los tiempos, por muy amenazante que sean las tempestades, si hay mañana, hay futuro.
Víctor Frankl, pasó en la II Guerra Mundial, por diferentes campos de concentración, estuvo en Theresienstad, Auschwitz, Dachan, murió toda su familia, vio como compañeros de barracones perdían su vida, como se suicidaban.
Mañana pensaban unos sería un día más de hambre, de miseria, de sufrimiento y dolor, ¿valdría la pena vivir el mañana?
Vista así las cosas, , mejor no vivir el mañana.
Pero cuando en el horizonte, aunque sea lejano hay un mañana, hay un proyecto de vida, hay una razón para vivir. Nos espera el mañana
Cierto día en NY, me dijo un compañero polaco, Manuel, que Dios no te envía todo el dolor que el ser humano pueda soportar.
Era su respuesta a mis palabras, soy un muerto viviente, la diferencia es que yo puedo llorar.
Cuando a un árbol se le poda, se cortan sus ramas, el árbol vive, pero cuando se le anulan la mitad de sus raíces, dicen que el tiempo lo cura todo, pero para los que aman de verdad el tiempo no pasa.
Las personas se suicidan, por no ver un mañana, quien ve un mañana, lucha por el mañana, vive, trabaja, por construir ese mañana.
Como Víctor Frank, psiquiatra, neurólogo, filósofo austriaco, que falleció a los 92 años, no tenía tiempo para morir, hasta que el cuerpo dijo basta, hasta aquí hemos llegado, después de fundar la logoterapia y el análisis existencial. Su libro “El hombre en busca de sentido” de tradujo 26 idiomas, millones de ejemplares.
“El hombre en busca de sentido” es considerado uno de los diez libros más influyentes de EEUU.
Todos somos importantes para alguien, aunque a veces ese alguien es un desconocido.
Así pues, trabajemos para mañana para descubrir a ese alguien.