El turismo es esencial para la economía, un eje estratégico transversal que afecta a casi todos los sectores y QUE actúa como eje dinamizador esencial en la modernización de todos y cada uno de los espacios geográficos, bien sean urbanos, rulares, insulares, de mar o de montaña.
Asegurar la sostenibilidad del turismo en España requiere un impulso coordinado que favorezca la innovación y la profesionalización de una industria que en los últimos diez años se ha consolidado como una de las principales fuentes de ingresos del país. En 2019 representó un 12,4% del PIB y generó más del 13,5% del empleo. El turismo es líder en el ámbito económico y laboral. En ese ejercicio –último año que podemos tomar como referente– nuestro territorio fue el segundo más visitado del mundo, solo por detrás de Francia. Entonces ocupamos esa misma posición en gasto realizado por turistas, con 89.856 millones de euros. y en número de visitantes extranjeros recibidos, 83 millones. Desde 2015, España ostenta el título de país más competitivo del mundo en turismo, según el World Economic Forum. Es previsible que a finales de 2023, tras superarse casi todas las consecuencias de la pandemia COVID, se puedan alcanzar los 100.000 millones de ingresos.
La importancia del sector es innegable. Sin embargo, este mérito, no es suficientemente identificado por la sociedad, y solo es utilizado por las distintas administraciones públicas con afán meramente recaudatorio. Hay que considerar una serie de acciones y medidas tendentes a la corrección de esta percepción a todas luces injusta.
Este pre FITUR -se celebrará en enero, en Madrid-, es un momento oportuno para establecer una reflexión profesional sobre un futuro inmediato en el que se ha de acometer una transformación hacia un modelo más sostenible, más digital y de mayor calidad. Esto concuerda con las exigencias de la Unión Europea -plasmadas en su reunión de ministros de turismo celebrada en Palma de Mallorca el pasado 31 de octubre- y de otros organismos internacionales, e imponen la experiencia del negocio, la evolución tecnológica, la experiencia y el sentido común. Hay que impulsar las mejoras necesarias forjar una sólida y seria colaboración entre lo público y lo privado. Estamos en tiempos de vacas gordas, más de profunda inestabilidad internacional. El éxito hay que saber gestionarlo y las plagas prevenirlas.
En clara coincidencia, el ultimo informe de Deloitte y de la CEOE, las tres palancas identificadas para promover el cambio positivo del sector se identifican con: el impulso de la demanda turística, la transformación de la oferta y el desarrollo de catalizadores para promover una visión unificada del turismo en España y una gobernanza colaborativa.
Desde la Mesa del Turismo de España, presidida por Juan Molas, en una colaboración abierta y proactiva con los organismos públicos europeos, estatales, autonómicos, municipales y locales, también con otras asociaciones, empresarios, profesionales, universidades, se trabaja en propuestas concretas, basadas en criterios de actualización y adaptación permanentes. Lo que supondrá prevenir en lo posible una realidad sometida a crisis impredecibles y permanentes, algunas derivadas del propio éxito, como la gestión de saturaciones aeroportuarias o la falta de personal cualificado, y otras derivadas de una coyuntura policrítica cambiante. Ese creo que es el buen camino o, cuando menos, el único serio para ser cada día un poco mejores. España tienen a los más cualificados profesionales. Es cuestión de hacerles caso y actuar con criterio.
Alberto Barciela
Periodista
Miembro de la Mesa del Turismo de España