
Los recientes nombramientos del presidente de Gobierno relacionados con Galicia tienen una clave electoral perfectamente definida y demarcadora de por dónde van a ir las cabeceras de las listas cuando nos llamen para emitir nuestro voto en los comicios locales, generales y autonómicos.
La designación de dos políticos gallegos de peso, José Ramón Gómez Besteiro y José Miñones Conde, como delegado del Gobierno y ministro de Sanidad, respectivamente, abren nuevas expectativas electorales en Galicia para la formación socialista. Para Gómez Besteiro es su rehabilitación a la política activa y con posibilidades de encabezar la candidatura a la presidencia de la Xunta de Galicia. Y para Miñones Conde ser cabeza del cartel gallego para las elecciones generales. Cada uno en su frente gallego/nacional se tendrán que enfrentar a Alfonso Rueda y Alberto Núñez Feijóo.
El tercer político de este nuevo ramillete socialista es Valentín González Formoso al que le gusta el municipalismo y que quiere seguirlo ejerciendo desde la presidencia de la Diputación de A Coruña. Para él los comicios autonómicos le quedan un tanto lejos. Lo primero es ganar la concejalía para tener el derecho de presidir el órgano conocido como el ayuntamiento de los ayuntamientos.
Sobre estos tres políticos girarán las perspectivas electorales del socialismo gallego en cada uno de los tres frentes en los que se nos va a pedir el voto. Ahora están colocados en la línea de salida. A partir de aquí atentos a sus movimientos con los que nos irán dando pistas de cómo se van cerrando filas, mejor sería decir listas, de cara a los comicios. Es más o menos la martingala de siempre a la búsqueda de un lugar en la lista con garantías de salir elegido.