
Bendita melancolía de días bellos de fin de verano. Te confieso que “se me paró el mundo” el pasado fin de semana. Navegando por las Rías Medias, largamos ancla frente a la playa de Sabadelle y volví a mi adolescencia: a bordo del velero, todos los tripulantes habían “sufrido” la versión original de El calor de la ceniza y les repasé con la memoria mis descubrimientos por las “selvas” de la costa norte de la ría de Ares pintada en esa novela tan popular. Mi conclusión es que no quiero pasar a la Historia (si lo merezco) solo por ser el autor de A nosa cinza. Algo más escribí, y a ello vamos…

Muchas gracias por atender mis cartas y contestarlas. Con cada respuesta siempre aprendo; y en relación a las recibidas, voy a extenderme a varias que se refieren a lo que, por inaudito, no fue menos cierto. Esto mismo fue comentado a bordo del Meco, frente al bosque, verde refulgente, y la arena dorada de Sabadelle. La conversación incluía un capitán de la marina mercante, una farmacéutica, dos ingenieros de redes, una bibliotecaria, una economista… Todos usuarios de la Web, todos convencidos de que cualquier profesional nunca se queda totalmente satisfecho con lo que hizo; siempre le queda algo por tocar. Y suerte la del que puede mejorar, retocando o rehaciendo.
Eso surgió por mi empeño en la Biblioteca Xavier Alcalá. De ahí hablamos de A mala sangre, que se retrasa unos días para estar en difusión plena. Le quise dar un repaso de estilo, pequeños detalles que ayudan a que suene mejor el discurso. Y también hablamos de lo que –como indicaba– se convirtió en un mito. En este epistolario ya aparecieron ideas sobre “Hitler retirado en la Patagonia”. Y, bien, en A mala sangre –ya lo verás– se desvela el misterio. Hoy me despido con dos fotos: una es la portada de la revista TIME, que en 1938 consideraba el Führer “Hombre del año”. La otra es de un personaje-persona de esa novela-reportaje, que por ella circula como quien en realidad fue. Dejo a tu capacidad de análisis e interpretación de imágenes la apuesta por lo que relacionó a ambos y de dónde pudo surgir el mito…


Ya me irás contando lo que esas fotos te sugieren; y ten un poquito de paciencia porque A mala sangre no tarda en llegar a todos los confines del mundo, hasta Al sur del mundo (título de la siguiente novela a publicar en mi Biblioteca), que es la Patagonia.
Feliz y creativa rentrée, con muchas lecturas, escrituras y críticas sobre lo leído y escrito.