Ya tenemos presidenta del consejo general del poder judicial y del supremo y el 57% de mayorĆa de mujeres juezas con lo que cabe esperar que la justicia en general estĆ” a la altura de proteger el Estado de Derecho y repare el daƱo causado de los particulares despachando en tiempo razonable las sentencias.
EstĆ” bien que los jueces/as sean inamovibles de sus cargos por el poder polĆtico, aunque la cĆŗpula judicial sea nombrada por los partidos, pero esto no puede eximir del deber del cumplimiento de las leyes tanto por jueces como por polĆticos. No es funciĆ³n de los jueces hacer polĆtica criticando las leyes que deben aplicar, ni tampoco los polĆticos dictar sentencias. Ni los jueces ni los polĆticos no deben interferir en polĆtica partidaria por mucha ideologĆa que tengan. La Ć©tica profesional de los jueces/as debe estar por encima de todo para mantener la separaciĆ³n de poderes y ser los primeros en dar ejemplo.
Ahora que el PP desbloqueĆ³ el Consejo General de Poder Judicial a instancias del Comisario de la UE, los nuevos responsables de la cĆŗpula judicial estĆ”n en condiciones y legitimados para impulsar el mejor funcionamiento de la justica y su imagen tantos aƱos deteriorada. En esta ocasiĆ³n fueron los propios vocales en la quinta reuniĆ³n, los que eligieron una presidenta. SegĆŗn parece, no hubo en este proceso intervenciĆ³n de los partidos polĆticos. Debe esperarse, por primera vez en la historia, que con una mujer presidenta del Consejo General del Poder Judicial, y el 57% de mujeres juezas, salgamos beneficiados con sentencias Ć”giles que reparen el daƱo causado a los afectados y se fortalezca la democracia, el Estado de Derecho sin jueces polĆticos y sin polĆticos jueces.
Una vez renovada la cĆŗpula judicial tal como dice la ConstituciĆ³n, ahora el PP puede proponer la ley de que los jueces elijan a los jueces, y tambiĆ©n pueden proponer una ley para que los jueces sean elegidos por la ciudadanĆa como se hace en otras democracias.
Los partidos tienden hacer leyes mƔs bien a modo de propaganda partidaria, que son los primeros en incumplirlas. El aparato coercitivo del Estado es el que tiene que mantener el orden constitucional a todos los niveles para que todos sigamos iguales ante la ley, en vez de escuchar a grandes orƔculos del Estado diciendo que todos somos iguales ante la ley mientras ellos se las saltan a la torera sin sonrojarse.
QuedĆ³ claro que en la instituciĆ³n judicial y en los partidos hay sujetos que se dedican a enturbiar y distorsionar la democracia y el Estado de Derecho en vez de cumplir con su deber. Lo que estĆ”n haciendo algunos jueces y polĆticos con sus hechos y declaraciones desprestigian la justicia y la polĆtica. AhĆ tenemos las declaraciones sacadas en todos los medios en enero de este aƱo del vicesecretario del PP GonzĆ”lez Pons que cargĆ³ contra el TC diciendo que era el cĆ”ncer contra el Estado de Derecho. No decĆan lo mismo cuando su mayorĆa conservadora bloqueĆ³ la renovaciĆ³n del Poder Judicial y el TC incumpliendo la ConstituciĆ³n. NingĆŗn dirigente polĆtico se atreviĆ³ a decir tal barbaridad contra el Supremo, ni contra el TC, pese a que el PP lo tuvo bloqueado y caducado mĆ”s de cinco aƱos. Luego se quejan de que no hay separaciĆ³n de poderes.