Si yo fuese presidente….
Dejadme ser honesto y completo.
Dos partes, una real, otra imposible por soñadora, pero que habita en mí.
Tengo un problema, primero pienso que había que prohibir, prohibir, y eso choca con que lo primero que haría y seria suprimir el boxeo profesional, eso de que dos personas que no se conocen se golpeen como si fuesen cabras con las consecuencias que ello a la larga acarrea, no tiene sentido pagar una entrada para ver dos seres humanos que nada tienen entre sí, se golpeen hasta caer destrozados, una sociedad así es una sociedad enferma.
Por otra parte a día de hoy está prohibido dejar al perro atado a la puerta de la farmacia, antiguamente, lamentablemente vivían atados a la higuera, craso error, bestialidad, pero que no se permita que el pero espere a la puerta de la farmacia y si se permita , que primero el toro sea sometido a la puya del rejoneador, para destrozarle los músculos del cuello de tal forma que no pueda levantar cabeza, meterle 4 o seis banderillas, luego atravesarlo con una espada las veces que sea menester, hasta la muerte, escuchar sus gemidos de dolor, su boca una fuente de sangre, no, eso no puede ser aplaudido, eso tiene que finalizar como el boxeo, eso es una sociedad gravemente enferma.
Y por salud publica prohibiría para empezar estas dos cosas.
Luego otra prohibición utópica, pero que habita en mi cerebro desde hace años, y que me causa dolor y no puedo evitar.
Publicaría un bando, haría una ley que prohibiera la orfandad, que un infante quedase huérfano de padre o madre, esa crueldad no la permitiría. Es un crimen, es inmoral, una indecencia, que una niñita o niño carezcan del amor de un padre o una madre, es un martirio que no permitiría si tuviera poder, no hay quien compense ese dolor, esa ausencia de amor.
También entiendo que todos los nietos tienen derecho al disfrute de los abuelos, escuchar sus batallitas que nunca se libraron, o las caricias de la abuela, descansar en su regazo.
En fin, no soy presidente, ni me presento, ni me votarían.
Soy entre otras cosas, un eterno estudiante, un estudioso de la vida, un dialogante, que usa pluma y papel, para conversar contigo.
A veces, un poeta, de alma cansada, vieja, triste y dolorida.