Hace meses que aparecen noticias sobre proyectos empresariales e inversiones millonarias para la industrialización de Galicia. Aparcando de momento el megaplan de la danesa Maersk por falta de una concreción que permita hacerse ilusiones, hay otros proyectos maduros que encajan en la nueva economía.
Sin ánimo de ser exhaustivos, Ence y el grupo chino Sentury proyectan instalarse en As Pontes; la japonesa Skowa Denko prevé fabricar grafito en A Coruña; Reganosa y EDP producirán hidrógeno verde; la biofarmaceutica Lonza se instalará en Salvaterra; Zendal en O Porriño; la pesquera Profad en Cambre; Forestal del Atlántico producirá metanol verde en Ferrol; Iberdrola biocombustibles en Begonte… Además, son una realidad consolidada Estrella Galicia, que invierte en Arteixo, Aluminios Cortizo y más empresas que prosiguen con sus planes.
Comentario especial merecen Stellantis y Altri. La factoría de Vigo prevé una inversión de 600 millones para fabricar una nueva generación de vehículos eléctricos y le adjudicaron 5 millones en el primer reparto del PERTE. En la reunión de ayer no hubo avances para incrementar esos fondos y tampoco tuvo respuesta a la necesaria subestación eléctrica. Ante la falta de compromiso de España, la empresa realiza inversiones en Marruecos, Eslovaquia e Italia y hay riesgo cierto de deslocalización de parte de la producción. Sería una desgracia económica para Vigo y Galicia.
El grupo portugués Altri proyecta fabricar en Palas de Rei fibra textil a partir del eucalipto que implica una inversión de 800 millones, 2.500 3mpleos, es clave para el sector forestal y “está en la fase de evaluación más crítica”, dice Soares da Pita, su consejero delegado. El grupo demanda fondos públicos europeos, en torno a 200 millones, pero el Gobierno no concreta el apoyo financiero a este proyecto industrial generador de riqueza para esa comarca del centro de Galicia.
Stellantis, Altri y los proyectos industriales citados están en el aire por su vinculación a los fondos Next Generation. También dependen de las energías renovables, que puede llegar de los trece parques eólicos que tramitó la Xunta para abastecer a varias empresas. Ahora corresponde al Gobierno central aprobarlos, que también controla la adjudicación de los fondos, que están colapsados.
De esos dos factores -los fondos y la energía renovable- depende que Galicia entre en una primavera económica o quede fuera perdiendo millones de inversiones, muchas empresas y miles de puestos de trabajo.
La rapidez en su tramitación e implementación es fundamental en proyectos industriales de este nivel de inversión. El tiempo es un factor determinante para el dinero que busca rentabilidad.
“¿Qué es la democracia?” – Manuel Domínguez
La democracia termina siendo el “gobierno de la mayoría” La decisión de la mayoría se considera la adecuada, la justa, es representativa de la sociedad, la mayoría decide y se acepta, considerando, que en ella reside el conocimiento. Ejemplos, si tuviéramos que...