“Cada día que pasa soy menos yo”. Manuel Dominguez III

Cada día que pasa soy menos yo, más pequeño, mas solo.

Aunque el futuro esta vivo, vivo y cercano, pero más solo.

La gente debiera morirse toda al mismo tiempo, morir y nacer por generaciones.

Ya no escuchare nuevas canciones de la amiga Mari Trini, una noche en Coruña vivimos unos hermosos, íntimos diálogos. Ya no escuchare las nuevas poesías Leonard Cohen se marchó, las cantara en el cielo.

¿Dónde esta la gente del mayo francés? ¿Dónde?

Hace muchos años murió Ho Chi Minh, un luchador, gano todas las batallas, venció a los chinos, a los franceses, a los americanos una vida llena de lucha, allí, aquí o allá estaba Orina Fallaci maestra del periodismo, pudo irse en Méjico, plaza de las tres culturas, pero sobrevivió al Vietnam y a la masacre de Tlatelolco.Y así poco a poco nos vamos quedando huérfanos de historia vivida, solo queda en los libros.

Ya no hay niños que busquen nidos, tampoco hay nidos.

Entre un 20% de depresivos, un % de ausentes y otro % de imbéciles, que nos queda, en que vamos quedando, rara avis, hoy ser diferente, tener inquietudes es un delito, doble delito, el poder te acusa, y sus lacayos te señalan.El pensamiento libre es diana a batir.Si no estas con nosotros estas contra nosotros.

La estupidez esta alcanzando cotas inimaginables, yo azul, tú verde, pues no como en tu restaurante.

Tú de Villanueva de arriba, yo de Villanueva de abajo, pues tu no bajas, y yo no subo.

Antiguamente veíamos nuestra figura en las aguas durmientes del lago, luego en recipientes de plata, y hoy en casa ya no hay espejos donde mirase, o si se miran parecen ciegos.

La mujer y el hombre, juntos crean vida, atacar a uno de ellos es destruir la vida. Hay quien dice que pronto, el hombre no será necesario para la fecundación, como si solo valiese para ello, y estas luchadoras de la libertad, se olvidan que el disfrute está en el camino

¿Para qué sirven las orejas?, pues para llevar gafas, y ¿para qué sirve la cabeza?, para llevar boina o sombrero.

Unamuno, que inventen ellos, pasan los años y somos predecesores de Unamuno.

Pero no soy ciego y en medio de tanto zarzal, distingo luces, veo claros, veo chorimas, que yo no disfrutare.

Se puede evolucionar, construir un mundo sin herramientas, peor aún sin saber cómo usarlas.

¿La tierra seguirá orbitando, al conocer que el nieto percibe un salario, equivalente a la jubilación del abuelo? O se enfadará y dirá iros a paseo, no me merecéis.

No se si porque llorar más, por lo que perdí o por lo que vendrá.

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